Revista Rua


Un futuro frente al río. Gestos de interpretación en el discurso de lo urbano

María del Rosario Millán

 

No cabe aquí analizar los usos del relato histórico del Plan Posadas[7], sino que basta mencionar la relación de sentido –en términos de cooperación y dependencia- entre el cierto discurso histórico –profundamente relacionado con la construcción de una “identidad” para la provincia- y el discurso de lo urbano que transforma lo real urbano en concepto de ciudad. Transformación posible, en parte, por el conocimiento óptico sobre el que se base el urbanismo (De Certau, 2000: 105), pero también por esa apelación a cierto tipo de relatos historiográficos, que crea efectos de continuidad, silencia conflictos y construye un relato identitario esencialista para sustentar una idea o modelo de ciudad.
Los términos de cooperación y dependencia de esa relación de sentido son reforzados en el Plan de Infraestructura, equipamiento, y usos urbanos del área costera de la ciudad de Posadas. Y digo reforzadas porque si bien éste es presentado como una actualización del Plan Posadas en lo que respecta al área costera, se sigue sosteniendo la función de Posadas como centro de intercambio regional apelando a las mismas “razones históricas” reseñadas en aquel documento.
Esto queda claro en la secuencia B cuando se alude a las modalidades de ocupación del territorio desarrolladas durante la conquista y colonización del nuevo continente (Penetración Ibérica y Misiones Jesuíticas); modelos de ocupación que hicieron posible el surgimiento de “una zona tan especial” que es hoy “una área de unión”. Se establece así una relación de continuidad entre aquel pasado y la situación actual de la ciudad. El conector de causalidad “como consecuencia de todo ello” liga por el uso del pronombre indefinido los modelos de ocupación y las características geográficas de la zona -mencionadas en el párrafo anterior-, con la función elegida para la ciudad (área de unión, centro de intercambio), como si ésta fuera el resultado directo de aquel pasado. Esta continuidad es nuevamente reforzada por el uso del verbo ser en presente y pretérito perfecto del modo indicativo (ha sido y es) que define a la ciudad como nudo de tráfico.
Estas marcas están revelando un efecto de preconstruido (Pêcheux, 1995: 156), un sentido que aparece ya construido en alguna parte del interdiscurso; en este caso en los relatos de la “historia oficial”. De ese modo, a partir de la apelación al discurso histórico se refuerza la validez y legitimidad de la idea de ciudad que los urbanistas definen para Posadas al reafirmar la creencia de que ésta respondería a “razones históricas” que así lo determinan. Pero, como señalé antes, se trata de ciertas razones históricas, aquellas que la historiografía local seleccionó para construir una identidad local. 
Esta relación de dependencia entre el discurso histórico y el discurso de lo urbano adquiere relevancia porque al responder ambos a espacios discursivos lógicamente estabilizados (Pêcheux, 1990: 31), sometidos a un régimen de verdadero o falso -propio del discurso científico-, producen argumentos difícilmente rebatibles y legitiman una propuesta de intervención espacial altamente conflictiva, que implica el desplazamiento forzado de numerosas familias y cambios radicales en el espacio urbano. La fuerza de estos argumentos es tal que atraviesa otros discursos como el periodístico y el político[8] opacando de ese modo la dimensión sociopolítica que toda intervención supone.

Desde mi perspectiva, lo que el efecto de preconstruido está señalando es la existencia de un proceso de producción del discurso dominante, cuyos dominios semánticos se organizan a partir de la resignificación de procesos socio históricos muy complejos como la conformación de los estados nacionales y sus fronteras, los macro relatos sobre el “Ser Nacional”, y los procesos de conformación de los estados provinciales. Pero también a partir de los nuevos escenarios



[1]En otros trabajos he desarrollado los usos del relato histórico que realiza el discurso urbanístico mediante el análisis del Plan Posadas y su antecedente inmediato y primer proyecto de urbanización de la ciudad, el Plan Regulador (1957). Partiendo de los aportes de Jaquet planteo que así como la matriz historiográfica se abocó a proveer “las razones históricas” para la conformación del nuevo estado provincial-mediante la creación de mitos regionales y tejiendo una historia común a la “gran nación Argentina”-; los planes de urbanización recurrieron y reprodujeron los relatos identitarios de esa matriz para definir y reforzar la centralidad de Posadas en el contexto regional y para diseñar y ordenar las formas de esa centralidad (Millán, 2006).
 
[2] Cf. Maidana Elena (2005)