Revista Rua


Un futuro frente al río. Gestos de interpretación en el discurso de lo urbano

María del Rosario Millán

Estos enunciados refuerzan el efecto de sentido marcado por el verbo “recuperar”, que alude al propósito de “liberar”[3] las costas de la ciudad de ciertos usos que obstaculizan la explotación de su valor paisajístico. De allí que el crecimiento sea considerado espontáneo y desordenado. Y i bien se reconoce la recurrencia de un patrón que guía la organización de los asentamientos humanos junto al río y sus afluentes, los términos en los que ese patrón es presentado nos permiten ver qué gesto de interpretación se realiza sobre la ciudad y cómo se jerarquiza espacialmente lo social. Veré a continuación de qué gesto se trata.
 
La metáfora del crecimiento
 
En el enunciado a) la relación espacial entre río y asentamientos humanos es metaforizada mediante una relación corporal: frente / espalda. Ésta metáfora es la paráfrasis de otra más antigua que la sustenta, identificada en un documento anterior a la ordenanza 176/93 y graficada en los mapas de urbanización de Posadas desde 1872 en adelante. Se trata de la mancha de aceite enunciada por primera vez en el Plan Regulador de 1957 y reformulada en el Plan Posadas (1971) como expansión amorfa. En el caso de la ordenanza 176/93, la metáfora del crecimiento adquiere matices antropomórficos y releva una relación de oposición que señala un distanciamiento entre los asentamientos y el río, unidos en el pasado cuando Posadas era apenas un poblado.
Al aplicar al territorio el orden espacial que establece la metáfora, se hace visible como las costas del río corresponden a la espalda de la ciudad (costa noreste principalmente), mientras que el frente estaría en dirección sudoeste. A partir de esa caracterización del territorio veré ahora cómo son considerados los antiguos habitantes de ese territorio.
Como se aprecia en el enunciado b) los autores vuelven a insistir en la unión entre río y ciudad, ya no apelando a la historia como en el enunciado anterior (la alusión a los orígenes), sino a la geografía (el río delimita la ciudad). En las márgenes de ese límite se organizaron “los asentamientos humanos que han hecho un uso espontáneo del mismo” (CPU, 1998: 159). Se trata de espacios ocupados por los sectores más marginados, muchos de los cuales carecen de los servicios y recursos mínimos. Entonces, siguiendo el orden de la metáfora, son los pobres urbanos la espalda de la ciudad y los principales responsables de esos usos espontáneos del enunciado b). Aparece así al menos una razón importante que ha llevado a ignorar el potencial paisajístico del río pero lo que no se dice es que de esos usos espontáneos dependía la supervivencia[4] de los pobres urbanos, ni se profundizan las causas de esa relación.
Se configura entonces uno de los efectos de sentido del discurso de lo urbano: la jerarquización espacial de las relaciones sociales en la ciudad, que Orlandi describe como “verticalización de relaciones horizontales” (Orlandi, 2004: 35). Es decir, la transformación del espacio físico contiguo en espacio social jerarquizado.
Ahora bien, esa jerarquización es reforzada por otros procedimientos discursivos que dan efecto de sustentación (Pêcheux, 1995: 110)  a los enunciados que explican el crecimiento de la ciudad de Posadas. Abordé este punto analizando las secuencias que tratan la “evolución urbana” de Posadas.
 
Los silencios que explican la ciudad
 
Una de las series de secuencias trabajadas brinda una descripción y una explicación para el crecimiento de Posadas. Mi interés reside en reconocer en ellas las marcas que me permitan reconocer cómo son abordados los problemas derivados de la acumulación humana que genera el modo de producción capitalista.


[3] Será este el verbo utilizado en el Proyecto Tratamiento Costero actualmente en ejecución en la ciudad, entre cuyos antecedentes se cuenta el documento analizado.
[4] Como sostienen varios estudios sobre la pobreza urbana y reasentamientos forzados (Bartolomé, 1983/ Pobur 1989), Posadas ha crecido por el continuo trabajo de los pobres urbanos que se asentaron en los lugares de baja renta, aquellos que no podían ser utilizados en beneficio del mercado inmobiliario, capaces de proveerles acceso a una red de relaciones (contactos, futuros clientes o patrones) información clave, es decir lugares en los que podían conseguir fuentes de ingresos fuera del sistema formal de la economía.