y extraer conclusiones basadas en pruebas sobre cuestiones relacionadas con la ciencia. Asimismo, comporta la comprensión de los rasgos característicos de la ciencia, entendida como un método del conocimiento y la investigación humanas, la percepción del modo en que la ciencia y la tecnología conforman nuestro entorno material, intelectual y cultural, y la disposición a implicarse en asuntos relacionados con la ciencia y con las ideas de la ciencia como un ciudadano reflexivo. En este contexto, la competencia científica se define como la capacidad de utilizar el conocimiento y los procesos científicos, no solo para comprender el mundo natural, sino también para intervenir en la toma de decisiones que lo afectan.
El proyecto que nos ocupa está enfocado principalmente a las etapas de educación infantil y primaria y desde su inicio se tuvo presente que hoy en día la educación científica (es decir, la educación que tiene como principal objetivo mejorar y desarrollar la competencia científica) se debe situar en el marco de la educación para la sostenibilidad.
El enfoque de la Educación para la Sostenibilidad contribuye a la educación científica aportando algunos de sus puntos clave como los que Tilbury definió en 2005: la búsqueda de la relevancia, la perspectiva holística y critica, la orientación en valores, la orientación a la acción y la incorporación de una dimensión de futuros. Además, esta se caracteriza por incorporar situación en el paradigma de la complejidad, perspectiva holística de la realidad y también del estudiante como individuo y parte del colectivo, metodología participativa, establecimiento de espacios de reflexión y democracia, clarificación de valores para la sostenibilidad y contextualización local-global (JUNYENT; GELI; ARBAT, 2003).
Las Naciones Unidas declararon la Década de la Educación para el Desarrollo Sostenible (2004-2015), basándose en la visión de un mundo donde todos tengan la oportunidad de recibir una educación y aprender valores, comportamientos y modos de vida necesarios para el advenimiento de un futuro sostenible y una transformación positiva de la sociedad.
Existe un consenso mundial sobre que el avance hacia el desarrollo sostenible depende de las acciones de los ciudadanos en todos los aspectos de la vida, lo que supone adoptar cambios en su manera de pensar, vivir y actuar. Partiendo de esta consideración también podemos decir que se está de acuerdo en la necesidad de cambios en la sociedad,
